domingo, 18 de mayo de 2014

A la espera


La noche recaía sobre mí, mire al cielo, pero la oscuridad lo abrumaba, no se decir cuando empezó, pues se oscureció muy rápido, tan rápido como lo que dure en darme cuenta que debía volver a casa, pero algo en mi interior me decía que debía quedarme esa noche ahí, pues algo importante iba a pasar, entonces confíe en mi instinto, entré a una pequeña cafetería 24/7, me senté al lado de una ventana, y me propuse esperar, fue algo muy raro, pues esperaba algo lo cual no sabía si en verdad iba a suceder, y sin saber tampoco que era lo que iba a suceder, no sabía si era algo bueno o algo malo, hasta que empecé a sentir escalofríos, no sabía si esto era por simple miedo, o si era un aviso de que algo malo iba a suceder, pero no pude con la tentación, y seguí allí, esperando. Entonces, supe que los escalofríos si eran una señal, lo supe porque de repente oí un ruido, voltee a mirar y era la puerta, que se habia cerrado de repente, con llave. Fui a buscar al mesero, lo encontre atrás de la barra, muerto. Tenía sangre en la boca, pero ninguna herida en el resto de su cuerpo, entonces allí estaba, en la ventana, una figura humana, aterradora entonces desapareció, se fue de mi vista, pero la sentí detrás mío. Entonces desperté, seguía en la cafetería, el mesero seguía vivo y todo parecía normal, pero, entonces, volví a ver a la figura, a través de la ventana, oí el grito del cocinero, fue ahí cuando me di cuenta, había caído en su trance, el trance de la espera, no había escapatoria, me arrepiento de mi preocupación continua. El trance, ése trance.... Se apoderó de mi.

-Autor: Carlos Buitrago
*Imagen tomada de: http://joseramoncarballo.blogspot.com/2012/07/el-cuadro-de-la-semana-mujer-solitaria.html

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