lunes, 8 de septiembre de 2014

Secretos



De un momento a otro las nubes turbias comenzaron a cubrir el sol. El reporte del clima lo había anunciado esa misma mañana, precipitaciones y una posible tormenta eléctrica ocurrirían esa noche. Las carreteras se pondrían resbaladizas, y lo más probable era que ocurrieran múltiples accidentes de tránsito.

John Martínez no pretendía salir de su casa, debía terminar un conjunto de proyectos universitarios que evaluarían al día siguiente. Todos esos trabajos habían sido dejados desde una semana antes, pero obviamente, John no los había hecho aún.

Ya se hacía bastante tarde. El reloj marcaba casi la medianoche y John todavía tenía mucho trabajo que hacer. Solamente pensaba lo idiota que había sido, tanto tiempo libre desperdiciado en tonterías; y ahora estaba allí, agotado, con ardor en los ojos y dificultad para concentrarse en su trabajo. De repente, el timbre de su casa sonó ¿Quién podía ser a esas altas horas de la noche? John saltó de su escritorio, bajó las escaleras y abrió la puerta de su casa, solo para encontrarse con una horrible sorpresa.

Una joven rubia y ojos claros, vecina desde hacía mucho tiempo de John, de aproximadamente veinte años, estaba parada allí, con el mango de un cuchillo de cocina sobresaliendo de su abdomen. Las manchas de sangre se alcanzaban a distinguir en el jean y la camiseta negra. La mujer, con sangre en su boca, dio apenas unos cuatro pasos y cayó de bruces en el suelo de cerámica de la casa.

John, en medio de temblores, se agachó y sacudió a su vecina, luego revisó su pulso sin ninguna señal de vida. Un amplio charco de sangre se extendía por toda la sala, manchando el tapete y las patas de los muebles. John, entre temblores, corrió hacia el teléfono y se disponía a llamar al número de emergencias cuando descubrió que el aparato no funcionaba.

John colgó extrañado, decidió asomarse por la ventana de la sala y vio a cuatro hombres delgados, parados allí, en la oscuridad, observando fijamente la casa. Los hombres vestían completamente de negro, lo único que resaltaba era rostro, que estaba cubierto con una máscara totalmente blanca, sin facciones, solamente con los orificios de los ojos y nariz. John, cerró la puerta, subió las escaleras, entró a su habitación y tomó el celular, justo cuando las luces de su casa se apagaban repentinamente.
John escuchaba como los hombres golpeaban la puerta, el tintineo de las navajas estrellándose contra el metal se escuchaba fuerte y claro, erizando la piel de John. Había muy mala cobertura, y entre centenares de intentos, John no lograba contactar con la policía.

De un momento a otro, la puerta cedió, y John escuchó los pasos de los hombres, que entraban lentamente y caminaban a través de la sala, encaminándose a las escaleras en espiral. John, completamente lavado en sudor, no tuvo más opción, y se encerró en el closet de su habitación.
Los hombres comenzaron a subir, los golpes sordos de las botas sonaban al estrellarse contra los escalones. John temblando, no dejaba de intentar de obtener comunicación. Los hombres se dividieron, dos entraron en la habitación contigua que solía ser de sus padres, y otros dos a la suya. John, con lágrimas en los ojos, comenzó a orar, pidiendo la protección de su dios, pidiendo que lo cuidara de los intrusos.

Los dos hombres ingresaron en la habitación, y John escuchaba como uno de ellos, abría el primer closet, y no demoraría mucho en hallarlo acurrucado en el segundo. Rápidamente, tomó un gancho metálico de ropa, doblándolo con una fuerza descomunal hasta convertirlo en un arma blanca. El hombre abrió de un tirón las puertas del closet, justó para recibir diez puñaladas rápidas en la cara, perdiendo ambos ojos, que le fueron arrancados por el gancho de la ropa.

El hombre, entre alaridos, soltó su navaja, y John en un gesto de rapidez la tomó y rodo por debajo de su cama. El otro hombre se agachó e intento apuñalarle el tobillo, la hoja pasó a centímetros de la piel blanca de John. El hombre entonces se levantó y corrió hacia el otro extremo de la cama, solo para encontrarse con la navaja de su compañero, que se clavó en la yugular, dañándosela y causando que su sangre se derramara en todas las direcciones. Este segundo hombre murió en veinte segundos.

John aprovechó el momento y corrió hasta salir de su casa. Por una extraña razón, su vecina ya no se encontraba en el suelo, había desaparecido, o posiblemente, la habían arrastrado. Escuchaba como los hombres lo perseguían, podía escuchar los pasos en el césped. John comenzó a gritar por ayuda, pero nadie se asomaba. Si no hacía algo rápido, lo atraparían, fuese porque lo alcanzasen o porque se resbalase, ya que la lluvia ya había cubierto todas las porciones de tierra.

El aire le empezaba a faltar, y sentía cada vez más cerca esas dos presencias, que lo matarían apenas llegasen a él. Una luz de esperanza brilló en sus ojos cuando vio la puerta abierta de la casa de su vecina, no lo dudó y corrió hacia ella. John entró a la casa, subió las escaleras y entró en el cuarto de su vecina, trancando la puerta tras entrar. Los hombres subieron las escaleras, y en el acto, comenzaron a golpear la puerta.

John, se apartó de ella, y accidentalmente encendió las luces del cuarto, iluminando todo lo que había allí. Los símbolos satánicos relucían en las paredes, varias dagas corroídas y manchadas de sangre seca colgaban en los estantes, repletos de velas, libros, dibujos extraños y estatuillas, que tenían la imagen del rey del infierno. John se horrorizó aún más, al ver una foto suya en el medio de uno de los símbolos.

“¡Ahí está la bruja!” gritó uno de los hombres, justo antes de que esta los desmembrara con su fuerza descomunal. John escuchaba tras la puerta los gritos de dolor de ambos hombres, y como el ente se movía por todo el lugar. El silencio había vuelto, John comenzó a retroceder lentamente, empuñando la navaja en sus temblorosas manos, solo para chocarse con su vecina que le susurró al oído: “No pensé que fuera tan fácil”


La bruja clavó sus garras en el pecho de John, y de un tirón le arrancó el corazón. Las palpitaciones comenzaron a reducirse, mientras la vida se escapaba del cuerpo de John. Sin mucho preámbulo, la bruja colocó el corazón en el centro del pentagrama y comenzó a recitar una oración. 

-Autor: Andrés Jaramillo

lunes, 1 de septiembre de 2014

Las 10 psicofonías reales más abrumadoras

Hola todos, hoy les traemos un vídeo bastante aterrador e interesante que contiene 10 de las mejores psicofonías mejor grabadas en el mundo. El vídeo es un poco extenso, pero es muy recomendable si quieren pasar un poco de miedo. 


-Autor: Andrés Jaramillo

El fantasma de Raynham Hall


Transcurría el año 1936, Indra Shira y Provand se dirigen a la mansión de Raynham Hall situada en el condado de Norfolk para realizar un reportaje fotográfico de la villa para la revista Country Live. Durante el recorrido de la mansión, percibieron una figura blanca etérea que bajaba los peldaños de las escaleras principales y rápidamente fotografiaron la escena. Ambos fotógrafos conocían  la leyenda que existía acerca de la mansión, pero nunca imaginaron vivir aquella experiencia.

Tras revelar las fotos, y descubrir la foto del espectro, decidieron enviarla a la revista donde fue publicada el mismo año. Hasta el momento nadie ha podido demostrar fraude alguno, por tanto, es otro caso sin resolver.

Se presume que el espectro correspondería a la señora Dorothy Walpole, hermana del que fue primer ministro de Inglaterra. Se dice que tras la muerte de Dorothy, sucesos extraños comenzaron a suceder en la mansión.

Opinión personal:

Es un caso bastante aterrador, ya que la cámara logró captar muy bien la figura del presunto espectro, tanto así, que se puede alcanzar a distinguir el rostro y la forma del cuerpo y cabello. Es un caso ya muy conocido a nivel mundial, y por tanto, bastante emblemático de esta temática. Con respecto a su veracidad no hay mucho que decir; personalmente considero que es muy difícil probar con total seguridad si es falsa o verdadera, por distintos factores que ya he nombrado anteriormente en otros casos similares.

-Autor: Andrés Jaramillo
*Imagen tomada de: http://fantasmas.webmisterio.com/-historias-fantasmas-dama-marron.html
*Información tomada de: http://www.pasarmiedo.com/fantasma_dorothy.php entre otros.





lunes, 18 de agosto de 2014

3 casos de fantasmas sin resolver (Parte 1)

Hola a todos, hoy les traigo un excelente vídeo que contiene 3 de los mejores casos de espectros fantasmales, que hasta el día de hoy, no tienen una explicación lógica o racional. Disfruten del vídeo, que pasen un excelente día.


-Autor: Andrés Jaramillo
*Video tomado de: https://www.youtube.com/watchv=HjAYDKjY5R8&list=UUjSbQBifk7sCvmD__nvqYwA
*Canal de Espelufrío: https://www.youtube.com/user/espelufrio

lunes, 4 de agosto de 2014

El astronauta de Solway Firth


Esta fotografía fue tomada el 24 de mayo de 1964 por Jim Tempelton. Él, junto con su esposa e hija Elizabeth, fueron al Fiordo de Solway, al noroeste de Inglaterra. Allí, Jim, como aficionado a la fotografía, decide tomarle unas cuantas fotos a su hija. Pero luego, cuando revela la mejor foto de su hija, descubre que fue arruinada por alguien. Lo misterioso es que solamente estaban ellos tres en el momento de tomar la fotografía, además, si se logra observar, se puede ver que aquel ser posee un casco y traje similares al de los astronautas. Esta foto generó mucha polémica y muchos afirman que se debe a la presencia de un extraterrestre.

Opinión personal:

La fotografía es ya bastante antigua, por lo tanto también cabe mencionar lo mismo que he dicho varias veces atrás, las cámaras de esa época también pueden tener un defecto al capturar la fotografía. Muchos dicen de que aquel "astronauta" es la mamá de Elizabeth, que si se observan las demás fotografías, se ve que lleva puesto un pañuelo blanco, que a su vez, se alcanza a notar en el cuello del "astronauta". Por el momento no se ha corroborado ninguna de las dos teorías. Este es otro caso que ingresa a la ya extensa lista de los misterios sin resolver.

-Autor: Andrés Jaramillo


Los lugares más aterradores del planeta

Hola, el día de hoy les traemos otro vídeo, ésta vez no tiene historias, ni hechos paranormales, ésta vez son lugares que en verdad existen y que aún así, te harán sentir escalofríos.




-Autor: Carlos Buitrago


martes, 29 de julio de 2014

Obedece a la Morsa


Hola a todos, hoy les traemos un vídeo que posiblemente ya todos ustedes conozcan. Sin embargo es bastante perturbador y siniestro. 


-Equipo el Rincón Maldito.
*Video tomado de: https://www.youtube.com/watch?v=wW6YrdVzyEQ

lunes, 28 de julio de 2014

La abuelita está aquí


Hola a todos, esta semana les traigo otra foto, disfruten del caso:

Corría el año 1991, Greg Sheldon Maxwell, de dos años de edad en esa época, se encontraba un día su casa. Sus padres capturaron una foto en el mismo instante en que el miro hacía arriba y dijo: "La abuelita está aquí". Sus padres no entendían lo que decía, pero al revelar la foto descubrieron que habían captado una especie de vortex fantasmagórico que no habían visto en el momento de tomar la fotografía. Los padres comentan, que de vez en cuando, Greg jugaba con su abuelita.

Opinión personal:

Sin duda es otro caso interesante. Es difícil saber a ciencia cierta si se trata de un caso real, pero lo que sí es cierto es que posee una historia bastante aterradora y a la vez verosímil. Si podemos apreciar la imagen, vemos que Greg observa directamente a la figura fantasmagórica que lograron "captar" sus padres, por lo que es posible que el niño si estuviese observando a ese ser en realidad. Aunque posiblemente sea un montaje o algún error o desperfecto de la cámara, tenemos que aceptar que es de verdad bastante aterradora.

-Autor: Andrés Jaramillo

lunes, 21 de julio de 2014

Insomnio


Martín se encontraba en la inmersiva oscuridad de su habitación, tratando de dormir, lo cual no estaba haciendo bien, pues cerraba sus párpados tratando de concebir el sueño, pero por alguna razón no pudo dormir, y al decir inmersiva oscuridad me refiero a muy inmersiva, pues para colmo, esa misma noche se fue la luz en su casa, vivía sólo, y no tenía nada que hacer más que quedarse acostado, y eso hizo. Cuando empezó a perder la noción del tiempo oyó un sonido como un rasguño bajo su cama, con mucho valor se quedó quieto donde estaba, pues de nada le iba a servir mirar hacia bajo dado a que la oscuridad no se lo iba a permitir, así que se quedó ahí. era tanta la oscuridad que ya no sabí si en ese momento tenía los ojos abiertos o cerrados. Sintió un líquido corriendo por su pierna, lo olió, pero no lo pudo reconocer, y oyó un susurro en su oreja diciéndole: -Eso te pasa por dormirte en mi fiesta-.

Luego del susurro sintió que el mismo que le susurro, le pegó una cahcetada, entonces despertó. No supo en que momento de la noche anterior se quedó dormido, tampoco por qué sintió todo lo que pasó, pero al despertarse se vió con la pierna amputada, ésta estaba colgando del techo, entonces entendió el por qué del líquido, una semana después de volver del hospital a su casa, al entrar se dió cuenta de que los tacos de la luz fueron desconectados, el quién lo hizo, ni se lo quizo preguntar.

-Autor: Carlos Buitrago
*Imagen tomada de: http://antesdellover.blogspot.com/2011/12/temores-de-la-infancia.html

El copiloto fantasma


Hola a todos¡ Hoy les traigo otro caso sin resolver, esta foto posee una historia interesante, se las muestro a continuación:

Durante el año 1987, la Señora Sayers visitó el Air Museum de Yeovilton, en Somerset, Inglaterra. Este museo se especializaba en tener piezas y artefactos que pertenecían a enfrentamientos bélicos, especialmente, en aquellos en los que Inglaterra participó. Durante la visita, la Señora Sayers vio la cabina de un helicoptero que había sido derribado durante la batalla por las Malvinas, disputada contra Argentina. El helicoptero fue derribado y tanto el piloto como el copiloto fallecieron. La Señora Sayers decidió tomarse una foto dentro de la cabina, y tras revelar la foto, se llevó la sorpresa de encontrar a un ser fantasmal en el asiento del copiloto.

Opinión personal:

La foto es bastante vieja, por lo que se asegura que la cámara también. Por lo tanto, es posible que la misma antigüedad de la cámara causara que la foto fuera capturada con algún desperfecto. Como decía en el anterior caso, es muy difícil que sea un montaje, ya que la tecnología en esa época era bastante arcaica para realizar uno que se viera de manera verosímil. Sin embargo, la historia también contribuye a que posiblemente se trate de un caso real, porque sí nos da razones para que se encuentre un fantasma ligado a la cabina. Me mantengo neutral, no afirmo ni refuto nada.

-Autor: Andrés Jaramillo

lunes, 14 de julio de 2014

La Dama Rosa de Greencastle




Guy Winters y Terri Lambert decidieron ir a visitar la famosa casa embrujada de Greencastle, que se dice que es la más embrujada de todo USA. Cuando estaban allí decidieron realizar un set de fotografías, de tanto el interior como el exterior de la residencia. Durante el recorrido en el interior de la casa se sintieron abrumados y por ende, salieron del lugar inmediatamente. Poco después, revelaron las fotos que habían capturado en su visita y descubrieron un horror de grandes proporciones.

Las fotos muestran a una mujer espectro, que en la mayoría de las fotografías aparece de color rosa, que permanece asomada en una de las ventanas de la residencia. Estas fotos se convirtieron en unas de las mejores fotos de espectros y seres paranormales, muchos científico y expertos han tratado de explicar de manera racional el caso, pero ninguno de ellos ha logrado su objetivo. Se cree que las fotos son auténticas.

Opinión personal:

Es un caso bastante interesante y aterrador simultáneamente. Sinceramente no sé que pensar, si es un caso real o si solo fue un simple montaje, porque aunque se ve bastante real, una parte escéptica y racional me dice que puede ser falsa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en aquella época la tecnología era bastante distinta y mucho más arcaica, por tanto, es bastante difícil pretender que sea un montaje. Si fuera hoy en día ya se podría atribuir a la acción de algún experto en algún programa de diseño y edición de fotos, pero eso sería ilógico y anacrónico en aquella era. En conclusión, permaneceré en una posición neutral hasta que el caso sea resuelto de manera convincente. Este mundo nos sorprende de distintas maneras todos los días.

-Autor: Andrés Jaramillo


domingo, 13 de julio de 2014

Perfil de un escritor de horror: Edgar Allan Poe

Antes que nada: Éste perfil no fue escrito por mí, los enlaces de referencia se encontrarán al final de la entrada.

Los cuentos de Edgar Alan Poe, se pueden clasificar de tres maneras diferentes, según el sentimiento que reflejan. Están los de la experiencia o sabiduría, como pueden ser “asesinatos en la Rue Morge”, “manuscrito hallado en una botella”, la trilogía de Dupin. También podemos clasificar otro grupo como el amor, en estos, todos los personajes sufren por algún ser querido o por amar a una mujer que finalmente se pierde, y finalmente tenemos los de agonía, son los que algún personaje sufre una muerte dolorosa como “hop-Frog”, “La verdad en el caso del señor Valdemar”, “ El barril de amontillado”, “ El pozo y el péndulo”, y como anexo podríamos incluir unos como indescifrables, son aquellos que aún que se lean más de tres veces es difícil hallarles una concordancia, probablemente fueron hechos en una de las ilustraciones de Poe. Estas cuatro “categorías” analizadas corresponden a características en la vida de Edgar.
Por otra parte, en la mayoría de sus cuentos se refería a sus personajes principales, como personas con notorios problemas psicológicos, como trastornos de personalidad o esquizofrenia. La mayoría narrados en primera persona, los cuentos son una especie de vivencia, que experimentó o imaginó, o bien, son atacados por alguna enfermedad de carácter terminal, o alguna pérdida de un ser muy querido.
Las similitudes e información analizada, me llevaron a la conclusión de que los hechos que llevaron a Poe a desarrollar una personalidad tan particular fueron : los traumas que tubo desde pequeño y a lo largo de su vida, la temprana pérdida de sus padres, los problemas que tenía con el alcohol, y con el opio, la enfermedad y posterior muerte de su mujer a quien amó mucho, el trato que tenía con su padrastro, la tuberculosis que presentaron la mayoría de sus seres más queridos, una siempre evidente falta de afecto, etc. Todos estos hechos fueron llevándolo a tener enfermedades psicológicas como pudieron ser : depresión crónica, trastorno de personalidad, una esquizofrenia si es que su genética estaba dispuesta, un trastorno esquizotípico, y quizás otras enfermedades que, lamentablemente, me son imposible de corroborar, puesto que no existen mayores datos sobre su enfermedad físicas ni psicológicas.
Por último no puedo dejar de mencionar el aporte que Edgar A Poe. Representó para la literatura a nivel mundial, siendo considerado el padre del terror, el suspenso y el relato corto; tanto su vida como sus obras siguen siendo  dignas de apreciación absoluta.

OPINIÓN PERSONAL

A mi parecer Edgar A. Poe es uno de los mejores escritores de terror de todos los tiempos (Además es mi favorito) pues tiene una forma muy profunda de escribir que, a diferencia de otros, sólo escriben imaginando escenas, éste en cambio escribe según sus sentimientos y teniendo fe en todo lo que escribe, en parte gran ayuda para esta peculiar forma de escribir fue su situación psicológica, muchos lo critican por esto, pero a mi parecer es su gran potente que lo pone por encima de los demás, siendo así puede adaptar sus historias a lo que esté viviendo pues sufre momentos diferentes en su vida debido a su esquizofrenia. En conclusión: Poe al ser escritor su "enfermedad" no lo desfavoreció,y pienso que no hubiera sido lo mismo sin ella.

ENLACES DEL AUTOR:

Entrada en la que se encuentra el contenido: http://portafolioanterior.blogspot.com/

jueves, 10 de julio de 2014

Las paredes tienen ojos


Hola a todos, hoy les traigo un vídeo bastante interesante, ojalá lo disfruten. El vídeo pertenece a el canal de youtube Espelufrío, les recomiendo ver sus vídeos. Sería bastante aterrador encontrarte con una de estas sorpresas en tu propia casa ¿No es así?

 

-Andrés Jaramillo.

viernes, 27 de junio de 2014

La cinta

Cuando los agentes de policía llegaron a la residencia, la puerta principal estaba exageradamente asegurada, las ventanas estaban enrejadas y no se escuchaba ni una sola alma en el interior de la casa. Tras traer el ariete y romper los seguros de la puerta, los agentes entraron a gran velocidad, recorrieron cada una de las habitaciones, y sin duda, el Sr.White estaba muerto.

El agente de policía Owen Pierce, con su pistola 9mm en la mano, abrió la habitación del propietario, para llevarse la horrible sorpresa de encontrarlo en su cama, totalmente pálido, y con su abdomen vacío. Las vísceras del Sr.W
hite estaban esparcidas por toda la habitación y un colosal río de sangre se deslizaba lentamente por las paredes del cuarto y los laterales de la cama. La estática del televisor sonaba de fondo, emitiendo un molesto zumbido.

El agente Owen sintió nauseas, era su primer caso de asesinato violento, pero no podía mostrarle a los más novatos fragilidad. Tras recoger el cuerpo y fotografiar todas las posibles pistas, los agentes descubrieron que había una cinta VHS en el reproductor. El agente Owen retiró la cinta, y la depositó en una bolsita transparente.

Eran las 5 de la tarde, y el agente Owen le correspondía revisar el contenido de la cinta, podría encontrar información valiosa para la investigación. Debía volver a la comisaría, no quedaba muy lejos y no era muy grande. La comisaría tenía solo una planta y un aparcamiento en su lateral derecho. Tras la entrada se encontraba la recepción, detrás de esta seguía un largo pasillo, de donde se ramificaban todas las oficinas. Al fondo del pasillo se podía girar a la izquierda o la derecha. A la izquierda se encontrarían los baños y una habitación de mantenimiento, en cambio, a la derecha se encontraría un arsenal, repleto de pistolas, escopetas, subfusiles, granadas letales y chalecos antibalas.

Eran las 10 de la noche, y en la comisaría solo se hallaban 5 personas, estas eran: el agente Owen, la agente Young en la recepción, el agente Moore, el agente Hayes y la agente Rivera.

El agente Owen se encontraba ya sentado en su costosa silla, muy mullida y hecha a cuero. Tenía un pequeño televisor al frente, junto a él se hallaba un reproductor VHS. El agente deslizó la cinta cuidadosamente en el reproductor y esperó unos segundos, la cinta funcionó. La fecha de filmación databa de hacía más de 10 años, era extraño. Un sonido se podía escuchar de fondo, una música macabra, que estaba acompañaba de unos gemidos, unos sollozos que le erizaban la piel al agente.

Era una habitación totalmente blanca, había una silla y en ella estaba sentada una mujer. Una máscara totalmente blanca cubría su rostro. La mujer lloraba, mientras enseñaba a la cámara las laceraciones que llevaba en todo su cuerpo. La mujer comenzó a recitar una especie de oración. En la oficina se sentía un ambiente frío, Owen Pierce estaba muy asustado y observaba como la mujer dejaba de llorar y comenzaba a emitir una risa maniática. De repente profirió un prolongado grito. El agente Pierce se cubrió los oídos con fuerza, mientras en la pantalla aparecían una serie de imágenes escalofriantes.

Las imágenes mostraban personas muertas, asesinadas de la misma forma que el Sr.White. Los susurros eran cada vez más fuertes, y Owen sentía como la habitación empezaba a temblar, como todas sus pertenencias comenzaban a vibrar, mientras las imágenes aparecían con aún más rapidez. De un momento a otro, todo cesó. El televisor solo mostraba una imagen, una horrenda cara sin ojos, de la cual salían lagrimas marrones. La cara profirió un horrible grito que reventó todas las ventanas, las bombillas y el televisor, dejando al agente totalmente a oscuras. El agente salió de su oficina, con los ojos rojos y con un fuerte dolor de cabeza, justo para descubrir que ya no se hallaba en el mundo real. El agente Hayes quería ver como se encontraba su amigo Owen, solo para encontrarlo muerto, con sus vísceras por fuera de su cuerpo.

-Autor: Andrés Jaramillo

martes, 10 de junio de 2014

*NOTICIA* Slenderman casi se cobra su primera víctima




Se han creado numerosas webs cuya temática son de terror, mitos y leyendas urbanas, donde cada una ha creado su propia historia, siendo una muy común el hecho de que un niño puede entrar a formar parte del reino de Slender Man si hace lo que él le dice. Incluso se puede leer que si le entregas la vida de una persona, podrás vivir en el reino de Slender Man.

Y precisamente esta última parte es la que se han debido tomar en serio dos niñas de Wisconsin (EE.UU.), las cuales están acusadas de tentativa de homicidio en primer grado después de apuñalar a una de sus amigas este fin de semana como una ofrenda a Slender Man.

Según publica Daily Mail, si son declaradas culpables, pasarán los próximos 65 años en la cárcel, ya que según la ley del estado, un niño de 12 años puede ser condenado como un adulto si es consciente del mal que estaba causando con sus actos. Y está claro que estas 2 niñas sabían que si apuñalaban a su amiga hasta la muerte, ese acto no tendría marcha atrás y que los daños serían permanentes.

La víctima ha sido apuñalada 19 veces, y según este mismo diario está herida de gravedad, quedándose a unos milímetros de la muerte al tener varias puñaladas cercanas a arterias críticas y corazón.

MI OPINIÓN PERSONAL
Me parece muy impresionante hasta que punto ha llegado la gente, pues llegar a casi cometer un homicidio por una historia que lo más probable es que no sea real, es algo muy preocupante pues si eso hace nuestra generación por algo que leyó en un foro, no me imagino lo que puede llegar a hacer una persona con una información más viable y además por muy viable que sea la información por la cual se comete un homicidio, éste es inaceptable, y aunque Andrés y yo escribamos todas estas "atrocidades", no deben afectar el instinto homicida del lector, ni queremos generar traumas... o si?



lunes, 9 de junio de 2014

Visita de cortesía





La helada ráfaga de viento golpeó el cuerpo de Vera cuando abrió la puerta de su económica habitación. Vera Carrington había decidido frenar el viaje por esa noche, por esa razón, decidió hospedarse en un pequeño motel a las afueras de un pequeño pueblo, que en sí, solamente tenía cuatro o cinco calles y avenidas. Era una pequeña localidad pasajera en la que se alzaban unos cuantos almacenes de cadena, así como unos cuantos restaurantes de las más conocidas capitalistas franquicias.

El motel era bastante pequeño, solamente tenía 10 habitaciones, equitativamente distribuidas en los dos pisos del motel. El chico de la recepción había sido muy amable, y tras pasar la tarjeta de crédito por el datafono, le entregó la llave que abría su habitación, ubicada en el segundo piso.

Tras tomar una ducha, Vera se había puesto su ropa de dormir y estaba dispuesta a ver un poco de televisión antes de que el sueño la venciera. Había ya trascurrido una hora, y el sueño nada que aparecía. Justo en ese momento, algo golpeó la ventana. Vera dio un respingo, se paró de la cama y retiró las cortinas.

El hombre la observaba fijamente. Su mirada fría y penetrante, lastimaba poco a poco la tranquilidad de Vera, la capucha y la máscara de gas evitaban que su identidad estuviera al descubierto. Era un hombre alto y bastante escuálido. La sudadera color carmesí que llevaba estaba cubierta de manchas más oscuras, que daban la impresión de ser sangre fresca. Todas sus prendas estaban cubiertas de esas manchas y los ojos azules brillaban en la penuria de la noche.

Vera sentía escalofríos, su cuerpo temblaba, sus manos palidecían, mientras un conjunto de manchas moradas aparecían en ellas. El hombre buscó en los bolsillos de la sudadera y sacó un crucifijo de madera y tras esto, retiro la parte inferior, dando a conocer una daga corroída por el óxido y manchada de la sangre de sus pasadas víctimas.

Vera tomó el teléfono, y tras intentar varias veces con el número de emergencias, decidió llamar a la recepción. Sin ningún resultado, Vera decidió volverse a asomar por la ventana. El hombre no estaba, había desaparecido en cuestión de un minuto. Vera recorría con su mirada todo el estacionamiento, tres segundos después, un bate de béisbol quebró la ventana de la habitación. Los vidrios rotos se incrustaron en la piel de Vera, quien, por acto reflejo, saltó de espaldas cayendo en la alfombra que cubría el piso de la habitación.

El hombre entró en la habitación, la máscara de gas que llevaba puesta emitía los sonidos que causaban su respiración. Vera estaba paralizada, pero reaccionó a tiempo antes de que el hombre tratara de asestarle un golpe en el cráneo. Vera giro en el suelo y comenzó a arrastrarse al baño, el hombre blandía el bate de un lado a otro. Vera logró levantarse y encerrarse a tiempo. El asesino golpeaba con fuerza la puerta, las astillas de madera volaban mientras el pestillo se debilitaba. Vera retiró la cobertura del inodoro y rompió una pequeña claraboya que se encontraba allí. Vera forcejeaba por pasar a través del apretado espacio. Cuando la puerta cedió, Vera ya había caído a una altura de dos metros y medio, por suerte, sobre una pila de toallas almacenadas.

El hombre atravesó la puerta y asomó la cabeza por la claraboya, justo para ver a la mujer corriendo por la parte trasera del motel. Vera agradeció haber caído de espaldas, solo se imaginaba haberse roto el cuello o mucho peor, haber terminado como un vegetal. Vera retiraba las astillas que se habían incrustado en su cuerpo y las gotas de sangre salían una a una, manchando la camisilla blanca que tenía puesta. Mientras corría, Vera tropezada con varios objetos que no podía reconocer a causa de la oscuridad.

Ella gritaba descontroladamente, quería que el hombre amable y guapo que la atendió saliera en su ayuda. Empujó la puerta de vidrio y allí estaba, de espaldas viendo la televisión. Vera comenzó a llamarlo, pero él seguía ensimismado en la serie televisiva, daba la impresión de que estaba en sueño profundo. Ella caminó rápidamente, posó su mano sobre el hombro del mancebo y giró la silla.

Vera se llevó una mano a la boca, sus lágrimas comenzaron a derramarse por sus mejillas. La mirada del hombre estaba perdida, su cuerpo pálido y su mano sostenía su propio corazón, recién arrancado. Ella sollozaba y maldecía, extendió la mano y alcanzó el teléfono del escritorio. Marcaba los tres dígitos de emergencias, cuando recibió un puñetazo directo en el cachete, desprendiéndole tres dientes.

Vera cayó y comenzó a arrastrarse mientras escupía una gran cantidad de sangre y sus tres dientes. El hombre ahora tenía un hacha antiincendios, la cual acariciaba de lado a lado. Vera intentaba alejarse, pero el hombre la agarró del pelo y la levantó en un instante. Ella forcejeaba, pero el hombre, a pesar de no aparentarlo, tenía una fuerza colosal. El hombre la sacó de la recepción y la lanzó al estacionamiento, ella intentó levantarse, pero el hombre le propinó un rodillazo en la nariz, reventándola en el acto.

Las lágrimas saladas se mezclaban con la sangre de Vera y estas caían en el suelo, dejando una especie de caminito. El hombre tomó a Vera de la camisilla, y la lanzó contrala parte trasera de una antigua camioneta, tumbando una caja de herramientas. Se encontraba de nuevo en el suelo, acostada de espaldas viendo como su asesino alzaba el hacha para darle el golpe de gracia, pero justo antes, Vera tomó el serrucho que antes estaba en la caja y rajó la pierna del hombre.

El hombre vociferaba, Vera corrió hacia su automóvil y reventó la ventana, abrió la puerta, la cerró y buscó las llaves, por suerte, siempre las dejaba en su auto. Vera salió rápidamente del estacionamiento y ya se encontraba a distancia del motel, observaba periódicamente por el retrovisor mientras avanzaba, en una de esas miradas se llevó la muy grata sorpresa de encontrarse a su admirador número uno en el asiento trasero, que se abalanzó sobre ella, tratando de estrangularla.

Vera aceleró el vehículo, forcejeaba por intentar liberarse del maniático, el volante giraba de un lado al otro, en uno de estos repentinos giros, el asesino perdió el equilibrio y cayó sobre el asiento de acompañante. Vera se colocó su cinturón de seguridad y pisó el acelerador a fondo, dirigiéndose directamente contra un frondoso plágano que crecía justo al lado de la vía. El asesino volvió en sí y sacó su daga de la sudadera. Ella forcejeaba por evitar una puñalada. Sin embargo, iba perdiendo la batalla, su asesino le propino un gancho en el estómago justo antes de salir despedido por el cristal delantero.

El golpe había sido colosal. El airbag se había disparado evitando que Vera se fracturara el cráneo contra el volante, además, el cinturón la protegió del destino que se había llevado su asesino. El maniático salió despedido del vehículo, rompió el vidrio y tras eso se estrelló directamente contra el árbol. La cabeza del hombre se volteó de una manera anormal y ahora yacía en el suelo, con el cuello totalmente fracturado, derramando una gran cantidad de sangre por su boca, inundando el interior de la máscara.

Vera abrió la puerta del vehículo y comenzó a cojear lo más rápido que podía, a lo lejos podía ver un cartel de neón, de una de las franquicias de comida rápida más famosas. La alegría de Vera era de magnitudes gigantescas. Cuando se hallaba cerca comenzó a gritar:

-¡Ayúdenme por favor! ¡Quieren asesinarme!- Tres personas salieron del local, una mujer cajera y dos hombres: uno de mantenimiento y otro cajero.

La ayudaron a entrar y la sentaron en una banca, el cajero fue por un botiquín de primeros auxilios mientras el de mantenimiento y la cajera le preguntaban acerca de lo sucedido. Vera balbuceaba lo que podía, decía que un hombre alto con una horrenda máscara de gas quería asesinarla. La cajera se vio conmocionada, el hombre de mantenimiento ya se dirigía a llamar a la policía, cuando su compañera de trabajo sacó una 9mm y le propinó dos disparos en la espalda.

Vera soltó un grito, mientras la cajera se dirigía hacia el hombre y le propinaba un tiro en la cabeza. El otro cajero salió de la habitación donde se encontraba para recibir un balazo que le atravesaría el ojo, generando una explosión de sangre a sus espaldas. Vera chillaba mientras la mujer se volteaba y sacaba la misma daga de su asesino:


-Terminaré lo que él no pudo terminar- La cajera deslizó el cuchillo por la garganta de Vera, cercenando la traquea de la chica. Vera intentó detener la hemorragia, pero era demasiado tarde, lo último que vio era la torcida sonrisa de la cajera.

-Autor: Andrés Jaramillo

lunes, 2 de junio de 2014

Teléfono


Robert estaba en su habitación, su esposa, Caitlyn estaba a punto de llegar del trabajo, así que se puso a ver televisión mientras la esperaba, siguió esperando por 1 hora, pero su esposa debía de haber llegado hace media hora, la llamó a su celular, pero no contestó, entonces se empezó a preocupar, pues ella nunca dejaba de contestar su celular, entonces oyó el telefono de la casa sonar, contestó, pero al principio solo oyó un zumbido, después de unos instantes una voz susurrante, tan susurrante que no se alcanzaba a entender lo que decía, fue subiendo el tonó de voz hasta que Robert entendió lo que decía, decía -Ayúdame-, luego, cuando estuvo en un tono de voz normal lo repitió otras tres veces, luego se volvió a oír el zumbido durante unos 5 segundos para finalizar la llamada con un aterrador y ensordecedor grito que dejó a Robert pasmado, este grito, como los demás, decía Ayúdame.

Entonces, Robert colgó el teléfono, y estuvo asustadísimo durante los siguientes 10 minutos que pasaron, pero su susto apenas comenzaba, pues Caitlyn estaba a punto de llegar, cuando oyó el auto apárcandose, lo cual lo calmó, pero esta calma no duraría por mucho. Robert se sentó en la cocina mientras oía a Caitlyn introducir la llave  en la cerradura y abrir la puerta, a Robert le sorprendió el hecho de que Caitlyn no dijera -Estoy en casa- o -Ya llegué-, cómo siempre lo hacía, pero eso sólo lo dejo aturdido, lo que le dió un susto infernal fue su aspecto, tenía los tobillos girados 90 grados y tenia un liquido espeso en la boca, al entrar del teléfono por el que había contestado la llamada extraña, salió un grito, y se vio físicamente en forma de un alma con la forma de Caitlyn, éste grito entro a la boca de Caitlyn y entonces volvió a la normalidad, vendieron el teléfono, pero se han presentado más casos, con el mismo tipo de teléfono.

-Autor: Carlos Buitrago
*Imagen tomada de: http://mm.queaprendemoshoy.com/wp-content/uploads/2012/06/telefono-antiguo-23.jpg

domingo, 1 de junio de 2014

Dross cuenta tres historias de terror 2

Hola a todos,

Aquí les traemos otro video de Dross cuenta tres historias de terror. Lo recomendamos a todos ustedes, ojalá lo disfruten.


El vídeo es propiedad de DrossRotzank

*Canal de Dross: https://www.youtube.com/channel/UCNYW2vfGrUE6R5mIJYzkRyQ
*Equipo El Rincón Maldito

martes, 27 de mayo de 2014

La Niñera



Julio se encontraba en un viaje de negocios fuera del país, pero su hijo Chris se tuvo que quedar en casa. Chris es un chico de 6 años, pero sus profesores decían que era demasiado inteligente para su edad, lo cual preocupaba aún más a su padre, porque no era solo inteligente, era un caso  de autismo. Como a cualquier padre a Julio le preocupaba tener que dejar a su hijo con una niñera, pero a diferencia de los demás padres, Julio se preocupaba por la niñera, no por su hijo. Pero no tenía opción, pues su familia vivía en otra ciudad, y su madre había muerto en un accidente de tránsito cuando Chris tenía apenas 1 año.

Después de haber buscado la que le parecía la niñera más adecuada en un directorio, la llamó y le comentó el caso de autismo de su hijo, ella aceptó, pero con un aumento en la paga, esto Julio ya se lo esperaba, pues otras personas ya le habían dicho acerca de la opción de dejar a Chris con una niñera cuando no estuviera en el colegio y Julio tuviera que salir, pero Julio tomaba esa opción como algo válido, pues se preocupaba mucho por Chris puesto a condición de salud, entonces Julio lo llevaba con él a donde él fuera. Pero esta ves no pudo llevárselo consigo, pues al ser el viaje en el exterior, Julio no poseía la capacidad económica para llevarlo, así fue cómo dejó al amor de su vida en manos de una extraña.

Julio salió al aeropuerto a las 3:00 a.m pues su vuelo despegaba a las 5:00 a.m, la niñera llegó a las 1:00 a.m para que Julio le diera algunas últimas recomendaciones, y que la niñera organizara todas sus cosas para lo que sería un viaje de dos días y una noche cuando su padre partió Chris lo despidió con un beso en la mejilla y luego subió a su habitación, para encender la computadora.

Mientras Chris estaba en su habitación la niñera se quedó en el primer piso, preparando el desayuno, un emparedado de jamón y mermelada. A las 7:00 a.m la niñera llamó a Chris a desayunar, Chris cerró su sesión de Facebook y bajó, al pasar por la sala, que estaba de camino a la cocina, entonces notó algo extraño, los ojos de la niñera estaban rojos, o al menos eso pensó por unos momentos, pues decidió apartar la vista apenas los vio, entonces se fue directo a la cocina, donde encontró su emparedado en la mesa, se sentó y se llevó su emparedado a la boca, pero notó algo extraño en el sabor, pero no identificaba lo que era, trató de recordar lo que era, entonces se acordó del verano pasado, se cayó de su bicicleta y se raspó, entonces saboreó su brazo. El recuerdo lo hizo vomitar en ese instante, pero limpió su vomito, pues no quería demostrarle temor a la niñera, de la cual supo desde el principio que era rara. Al salir de la cocina, fue rápidamente a su habitación, pero antes, al pasar por la sala, la niñera le dedicó una sonrisa que a cualquiera le hubiera causado escalofríos.

Chris cerró su puerta, se sentó sobre su cama y la observó fijamente, podía escuchar como la niñera subía poco a poco los escalones, su paso lento pero continuo creaba una sensación de pánico en Chris. Era más que suficiente, Chris tomó su teléfono y digitó las teclas del 911, pero justo antes de presionar la tecla para efectuar la llamada, el teléfono perdió la señal. La niñera llamó varias veces a la puerta, Chris temblaba en su cama mientras la niñera seguía llamándolo, con una voz grave y lúgubre.

Chris se levantó de la cama y caminó lentamente hacia la puerta, le dijo a su niñera que se fuera, pero esto fue una mala decisión. La niñera comenzó a embestir la delicada puerta de madera, los trozos de madera y astillas volaban tras cada impacto. Chris rompió la ventana, salió de su habitación y salto en una rama del frondoso árbol que crecía al costado. Chris descendió poco a poco por el tronco, hasta llegar a la superficie terrestre. Chris estaba bastante preocupado y lo primero que se le vino a la mente fue salir corriendo ala estación de policía más cercana, pero la encontró vacía, aunque la puerta estaba abierta, en la pared encontró un mensaje escrito con sangre que decía: -Tu niñera te quiere cuidar- Justo antes de recibir una puñalada en la espalda.

-Autores: Carlos Buitrago, con colaboración de Andrés Jaramillo

Encuesta

martes, 20 de mayo de 2014

El último pasillo

Jonathan Álvarez había conseguido el empleo por Internet, el jornal era bajo, pero para un nuevo comienzo, algo es algo. La decisión había sido difícil, abandonar su amada patria por una tierra desconocida fue un hecho que cambiaría radicalmente su vida. Tras ir por el sueño americano, Jonathan sufrió lo que todo inmigrante promedio sufre para poder pasar los estrictos controles de la ley y el orden, pero lo había conseguido, había dejado atrás el coladero.

Su trabajo era simple, era el encargado del mantenimiento durante los días martes, jueves y domingo de una sofisticada tienda de empeños. Los artículos de la extensa tienda eran principalmente antigüedades, trastos inútiles que la gente va a vender por dinero, para posteriormente gastarlo en una tontería del siglo XXI.

Pero lo más interesante estaba allá atrás, en los últimos pasillos, donde el sol no alcanzaba a irradiar sus poderosos rayos, donde el olvido se había apoderado de la tienda. Los objetos “malditos” que allí se encontraban espantaban a cualquiera, nadie quería asomar su preciosa alma por esos recónditos lugares, donde los altas vitrinas abarrotadas de toda clase de trastos mezclaban la maldad en un solo organismo, asustando a cualquier cretino valiente que por allí pasara.

Jonathan debía quedarse hasta muy tarde, debía organizar todos los desastres y desordenes que los consumistas clientes americanos causaban en el establecimiento, debía dejar brillando todo el lugar, para que al siguiente día una nueva oleada de zoquetes lo dejara como el día anterior. La mayoría de pasillos ya habían pasado por su limpieza noctívaga, seguía el majestuoso pasillo final, una capa de suciedad recubría el brillante piso de mármol que fue alguna vez brillante.

Eran las 12 de la madrugada, Jonathan ingresó al lóbrego pasillo, sentía como su piel se erizaba al pasar junto a los horribles objetos que había alrededor, sentía como esos “exánimes” objetos dirigían su fría mirada hacia él. Ya se hallaba a la mitad del pasillo, la oscuridad abarcaba todo el espacio, era menester hacer un cambio de bombillas al día siguiente. Escuchó los sollozos, la tenue voz lloraba a lo lejos, Jonathan volteó y lo vio, el pequeño muñeco de trapo lo observaba con su triste y pálida mirada melancólica.

Estaba allí sentado, al comienzo del pasillo, incómodo por la osadía del mancebo. Jonathan comenzó a sentir frío, las ráfagas de brisa sacudían su frágil cuerpo de humano. Quería salir de allí, quería apartarse de ese maldito, quería irse a casa, quería escapar. El sudor invadía el cuerpo de Jonathan mientras este temblaba, el muñeco comenzó a ladear su cabeza. Jonathan vio el pequeño movimiento, se sobresaltó, se volteó y se echó a correr.

Mientras corría torpemente por el apretado pasillo escuchaba esas voces, almas murmurándole insultos e imprecaciones, los murmullos enloquecían a Jonathan. El pasillo se alargaba, los murmullos se incrementaban, la tensión ocupaba el lugar. Jonathan se tropezó y cayó, una fuerza evitó que siguiera avanzando, sentía como lo agarraba de la pantorrilla y lo arrastraba de vuelta a su lugar de origen.

La sangre de su nariz marcaba una línea por todo el pasillo, Jonathan no podía gritar, sentía que su garganta era aplastada, sentía como esa fuerza le impedía luchar. Jonathan lloraba, pensaba en lo poco que había vivido, sus lágrimas caían sobre el suelo. De un tirón repentino, Jonathan fue levantado, le dieron vuelta y quedo observando el final del pasillo, donde la amorfa sombra flotaba.

Sus gigantes ojos blancos emanaban lágrimas negras, que manchaban su horrible rostro anaranjado. La figura abrió la boca y vociferó: “LARGATE DE AQUÍ MALDITO”. Jonathan salió disparado con una colosal velocidad, su cuerpo atravesó el ventanal de la tienda, el cual se rompió en mil pedazos, siguió con el mismo impulso, un segundo después su cuerpo fue destrozado por el ebrio conductor que conducía su camioneta a exceso de velocidad. El cuerpo de Jonathan quedó irreconocible, sus huesos de pulverizaron, y sus órganos descansaban sobre la carretera.


“Nadie debe invadir su territorio, nunca jamás. Nadie debe tratar de ocupar lo que es suyo.”

-Autor: Andrés Jaramillo
*Imagen tomada de: http://de10.com.mx/13388.html

domingo, 18 de mayo de 2014

A la espera


La noche recaía sobre mí, mire al cielo, pero la oscuridad lo abrumaba, no se decir cuando empezó, pues se oscureció muy rápido, tan rápido como lo que dure en darme cuenta que debía volver a casa, pero algo en mi interior me decía que debía quedarme esa noche ahí, pues algo importante iba a pasar, entonces confíe en mi instinto, entré a una pequeña cafetería 24/7, me senté al lado de una ventana, y me propuse esperar, fue algo muy raro, pues esperaba algo lo cual no sabía si en verdad iba a suceder, y sin saber tampoco que era lo que iba a suceder, no sabía si era algo bueno o algo malo, hasta que empecé a sentir escalofríos, no sabía si esto era por simple miedo, o si era un aviso de que algo malo iba a suceder, pero no pude con la tentación, y seguí allí, esperando. Entonces, supe que los escalofríos si eran una señal, lo supe porque de repente oí un ruido, voltee a mirar y era la puerta, que se habia cerrado de repente, con llave. Fui a buscar al mesero, lo encontre atrás de la barra, muerto. Tenía sangre en la boca, pero ninguna herida en el resto de su cuerpo, entonces allí estaba, en la ventana, una figura humana, aterradora entonces desapareció, se fue de mi vista, pero la sentí detrás mío. Entonces desperté, seguía en la cafetería, el mesero seguía vivo y todo parecía normal, pero, entonces, volví a ver a la figura, a través de la ventana, oí el grito del cocinero, fue ahí cuando me di cuenta, había caído en su trance, el trance de la espera, no había escapatoria, me arrepiento de mi preocupación continua. El trance, ése trance.... Se apoderó de mi.

-Autor: Carlos Buitrago
*Imagen tomada de: http://joseramoncarballo.blogspot.com/2012/07/el-cuadro-de-la-semana-mujer-solitaria.html

martes, 13 de mayo de 2014

Persecución



Las horribles criaturas estaban por doquier. Steve Nixon trataba de huir, escaparse de sus mugrientas garras afiladas. Las voraces criaturas no permitían ni un minuto de tranquilidad, se abalanzaba con toda su fuerza sobre el pequeño coche de Steve causando hendiduras sobre todo el techo, el capó y el maletero del destartalado vehículo, dejando una horrenda mancha de sangre sobre cada una de ellas.

No podía verlas, lo único que alcanzaba a ver eran esos horribles ojos inyectados en sangre, que reflejaban la maldad y el odio. El parabrisas seguía intacto, ninguno de esos seres logró romper el resistente vidrio reforzado que le había instalado a su vehículo. Los rugidos eran cada vez mayores, el sudor recorría la frente de Steve, sus manos temblaban, e intentaba mantenerse en la carretera.

Podía escapar, podía llegar al pequeño motel Luxemburg antes de que lo hicieran colisionar, había esperanzas, había salvación. Los seres vociferaban ininteligibles chillidos, estos retumbaban en el tímpano de Steve. A lo lejos podía ver el motel, su salvación, lo ayudarían, lo resguardarían de los espantos nocturnos que lo perseguían, los que querían arrancarle las entrañas.

Piso a fondo el acelerador, el vistoso letrero de neón brillaba y emitía ondas continuas de luz incandescente. Solo faltaban 1000 metros, 800, 500, los aullidos se escuchaban cada vez más cerca, 400, 300, Steve podía distinguir a pesar de la oscuridad el amorfo cuerpo de sus cazadores, una forma humana que avanzaba como un leopardo. Sentía la presencia de esos inhumanos ojos encima, 200, 100, 50, antes de llegar a los 20 recibió un golpe en el lateral izquierdo del vehículo, perdió el control y colisionó directamente contra la habitación 104.

Su cabeza daba vueltas, veía como el hollín emanaba del motor del vehículo, sentía un líquido ardiente sobre la frente, sangre por supuesto. No había acabado, sus monteros estaban cerca, muy, muy cerca. Steve saltó de su asiento, corrió hacia la recepción.

-¡Ayuda por favor!¡Alguién!- El dolor aumentaba en su pantorrilla, sin dudas era una fractura.

Se debilitaba, la sangre fluía lentamente, las gotas bajaban a través de la pálida piel, dejando una sensación ardiente a su paso. El paso de Steve  era lento, el peso de su cuerpo le impedía avanzar. Steve gritaba de dolor, su lesión enviaba punzantes mensajes a su cerbero. Nadie salía, nadie lo escuchaba, estaba solo, estaba abandonado.

Las criaturas olían el miedo de Steve, sentían como el pánico se apoderaba de todo su ser, como lo entorpecían, como lo mataba lentamente. No podía escapar, no podía huir, estaban relativamente encima de él. Steve se arrastraba como podía, sus lágrimas se mezclaban con la sangre que fluía de su nariz, la muerte estaba a tan poca distancia.

Los monstruos infernales entraron al parking del motel, corrían con toda la velocidad que podían. Steve empujo con todo su peso la puerta de entrada, cayó sobre el felpudo  y observó como las criaturas frenaron en seco, observándolo a través de las ventanas y el cristal de la puerta.

Evan Clinton escuchaba música rock a todo volumen en sus recién comprados audífonos, aislado de la realidad, no escuchó los elevados gritos que salía de la boca de Steve. Tras observar al malherido hombre caer frente a él, intento ayudarlo, el hombre temblaba y estaba cubierto en sangre, toda su ropa, todo su cuerpo.

-¡Amigo tienes que ayudarme, me persiguen, por favor!- Decía Steve mientras zarandeaba los hombros de Evan.
-Relájate amigo ¿Quién te persigue?- Respondía Evan.
-¡Esos sucios demonios, son miles, millones, por favor, están afuera por todos lados¡- Los sollozos de Steve eran agudos.

Evan se asomó en la ventana, Steve veía como las infernales criaturas saltaban sobre el cuerpo de Evan. No podía permitirlo, no permitiría que su joven salvador muriera, estaba harto de esos repugnante seres, si no hacia algo morirían tanto él como Evan. Más de cinco criaturas saltaron sobre el delgado cuerpo de Evan, otras cuantas rompieron las ventanas y entraron en la recepción. Steve tomó un paraguas y comenzó a atacar a sus enemigos, el paraguas silbaba con cada movimiento, Steve logró propinar varios golpes a los seres.

Steve logró llegar hasta Evan, trataba de quitarle los seres de encima, movía su paraguas de lado a lado, pero Evan perdió el equilibrio y cayó. Mientras las criaturas lo arrastraban hacia el mostrador Steve seguía blandiendo su paraguas, se acercaba lo más rápido que podía.

-¡NO LO PERMITIRÉ!- Vociferaba Steve, un segundo antes de propinar un golpe a los seres sintió un terrible dolor en el pecho, se tocó y había sangre, todo le daba vueltas. Steve perdió el equilibrio y cayó sobre el suelo de cerámica, podía ver su propia sangre, derramada por todo el gélido suelo. Todas las criaturas lo observaron con detenimiento, con su mirada fría, Steve agonizaba. En ese instante se abalanzaron sobre él, cinco segundos después, Steve estaba muerto.

Era defensa personal. Evan no podía permitirse que lo golpeara cualquier viejo loco, el hombre estaba totalmente demente, pensaba que unas extrañas criaturas lo perseguían. Luego, parece que tuvo un ataque esquizofrénico y comenzó a atacarlo con un paraguas. Evan no tuvo opción, sacó su Beretta 92, que estaba escondida tras el mostrador y le propinó un tiro al hombre, lo que lo mató.

"No podía escapar, por más que quisiera, por más que lo deseara, era imposible que lo lograra. El mugroso humano pecador estaba encerrado, nadie puede escapar de sí mismo. Tras asesinar a su esposa, Steve huyó en su coche, pero no lo permitiríamos, no se saldría con la suya, pagaría, será juzgado, nosotros nos encargaremos de ello. Somos su conciencia, somos su cordura."


domingo, 11 de mayo de 2014

La cadena Ojos-Alma



Eran las 12:00 Pm, Catelyn estaba caminando por las oscuras y desoladas calles de Jacksonville, pero ella se preguntaba, en realidad eran tan desoladas como lo creían los demás, como ella quería que fuese? o como lo sentía en su interior? sabía que los sentidos nos engañan a todos, pero aún y con eso se seguía sintiendo observada, con ojos clavados en su espalda, en lo más oscuro de la opacidad en el aire, sabía que los muertos la podían observar, pero ella sentía que lo que la observaba eran vivos, esto era lo que la preocupaba, tampoco sabía cuantos eran los que la miraban pues sentía los ojos clavados en todas las partes de su cuerpo creando una ilusión de tener mil ojos clavados en su espalda, ella no sabía si la estaba observando sólo uno o varios de estos. Tampoco conocía sus intenciones, no tenía ni la menor idea del por qué ni el cómo de sus miradas, tan sólo las sentía.

No pudo aguantar más, se dio la vuelta, y lo que vio no fue muy satisfactorio para ella, pero sentía que si no se daba la vuelta, sería peor para ella. Pero entonces lo vio, una persona, o al menos eso le parecía, pues vió una forma humana, corpulenta, después de haber sentido tantas miradas, algo le llamó la atención, no pudo ver los ojos de este ser, sólo vio que traía algo en la mano, pero no alcanzó a divisarlo bien, entonces echó a correr. Pero no fue un acto voluntario, simplemente su cuerpo así lo hizo. Pues sabía que algo malo estaba a punto de suceder, oyó que los pasos del ser también se aceleraron, hasta el momento en que empezó a correr, pues sólo duro unos 3 minutos, y así como su cuerpo la obligo a correr, éste le impuso la necesidad de ceder, fue decreciendo la velocidad lentamente, lastimosamente después de que la alcanzó y ella olió el el olor agradable del cloroformo, pues cuando se dejó caer, ya no supo más.

Al siguiente día se levantó, no pudo mirar a su alrededor porque tenía algo en la cara que le impedía ver hacia el exterior, pero inmediatamente supo donde se ubicaba al oír enfermeras hablando y al oler enfermedad, se encontraba en un hospital, gritó, pero nadie le prestó atención, oyó que la televisión de su habitación estaba encendida, como no podía verla se propuso a escucharla, estaban dando las noticias de las 9 Am, así que ya tenía una idea de la hora en la que se encontraba, entonces escuchó su perdición, la noticia decía así: Se encontró cuerpo en callejón de Jacksonville, víctima de un ataque que no dejó rastros, sólo se encontró que le arrancaron los ojos. Ahí fue cuando lo supo, el dicho es verdadero: Los ojos son el espejo del alma. Y para acabar con su martirio, tendría que desconectar el alma de otro, como lo habían hecho con ella, y así, continuar con la cadena.

-Autor: Carlos Buitrago

martes, 6 de mayo de 2014

Dross cuenta 3 historias de terror

Hola a todos osados lectores, hoy les traemos un vídeo de referencia realizado por DrossRotzank en el que nos cuenta tres relatos de terror similares a los que compartiremos con todos ustedes y de nuestra autoría, OJO este es solo un ejemplo, no contará como historia escrita por nosotros.



Video por DrossRotzank.
Links de referencia:
*Canal de Youtube:


domingo, 4 de mayo de 2014

Realidad adversa



La venta de garaje recién había concluido, todos los compradores ya emprendían el viaje a casa. Adeline no se iba con las manos vacías, había comprado varios objetos que aunque pareciesen innecesarios y anticuados, ella los veía como toda una ganga. Adeline era una chica recién casada que tenía cierto interés por las ventas de garaje, estos eventos le parecían una oportunidad de conseguir objetos a bajo costo y que, según ella, algún día podrían conseguir un alto valor. Todo lo que empezó con un leve interés ahora se había convertido en una obsesión, tanto así, que ya tenía una de sus habitaciones repleta de chécheres y trastos que compraba en todas las ocasiones.

En esa hermosa soleada tarde de enero había visto un objeto que automáticamente llamó por completo su atención, era un hermoso anillo de plata con una reluciente gema naranja octogonal, que era rodeada por una especie de collar en relieve. Además de estar bastante intacto, tenía un precio sorprendentemente bajo. Adeline lo compró, pagó únicamente un dólar por él, misteriosamente el propietario se alegró profundamente, era como si sintiera un agudo deseo de deshacerse del accesorio.

Un sentimiento de extrañeza se apoderó en el momento de Adeline, pero en el transcurso de la tarde lo olvidó. Cuando se dirigía a su vehículo, decidió probarse el nuevo accesorio, le quedaba fantástico, entonces inició su recorrido. El auto avanzó media manzana cuando, inesperadamente, un fuerte zumbido comenzó a manifestarse. El fuerte ruido era penetrante, Adeline sentía como el poderoso ruido carcomía sus entrañas, cada vez más, el incesante ruido se hacía más y más intenso. Adeline le costaba mantenerse en equilibrio, perdió el control de su auto y se estrelló violentamente contra un abedul en la acera izquierda.

Cuando volvió en sí, Adeline salió de su auto. Se había estrellado contra el lindo árbol que había frente a su casa ¿Cómo era posible? Apenas había recorrido media manzana y se suponía que su residencia se encontraba a más de cinco. El ambiente había cambiado radicalmente, era de día pero el cielo estaba completamente sumergido en nubes grises, el lúgubre ambiente era complementado por la soledad, la calle estaba vacía, no había ningún rastro de vida. Todas las viviendas estaban cerradas y por una extraña razón ahora tenían un aspecto más deteriorado, tenían rastros de moho, las paredes estaban manchadas de suciedad, algunas ventanas estaban destrozadas y era evidente que necesitaban una nueva capa de pintura. Pero no eran solo las casas, la carretera, la acera, las señales, los hidrantes y las cañerías también tenían el mismo efecto ¿Qué estaba ocurriendo?

Adeline corrió hacia su casa, sacó las llaves de su bolso y descubrió que ninguna encajaba, así que sacó su teléfono celular y discurrió en llamar a su cónyuge pero su teléfono no funcionaba, por una extraña razón toda la pantalla no dejaba de producir escalofriantes imágenes acompañadas de gritos de dolor. El ruido de los gritos se acrecentaba, Adeline observaba como las bombillas de los postes de iluminación reventaban y las minúsculas partículas de cristal se estrellaban contra el pavimento.

En un momento, el ruido cesó y una oleada de frío intenso golpeó contra su delicado cuerpo, la ráfaga de viento arrancaba las hojas de los árboles y estos se arremolinaban en el suelo. Pero hasta ahora era el comienzo. Adeline lo escucho con total claridad, el individuo que se acercaba caminaba con tal rapidez que podía distinguirlo a pesar de la oscuridad que se apoderaba con cada vez más velocidad la abandonada calle.

Era un hombre alto, con cabello largo, bastante robusto, pero aún estaba demasiado lejos, así que Adeline no podía apreciar su rostro.

Sin embargo, a Adeline le alegraba contar con la presencia de otro humano y sin pensárselo dos veces corrió en dirección al extraño individuo, lo lamentó por completo. El individuo estaba vestido completamente en un traje negro lleno de arpones, puntillas, alfileres, chinches y demás que se incrustaban en su piel. Adeline podía ver como la sangre brotaba de su piel y se derramaba a lo largo de todo su cuerpo, su rostro estaba cubierto de una horrenda máscara  hecha en cobre, pero ella lograba ver sus diabólicos ojos rojos y sus cuarteados labios bañados en sangre.

La criatura comenzó a emitir un desgarrador chillido agudo de maniático, comenzó a temblar y rápidamente sacó un oxidado machete manchado de lo que parecía sangre seca y lodo. El individuo se abalanzó sobre Adeline, esta vez con una risa que le erizaría los pelos a cualquiera.

Adeline se echó a correr, sentía cada vez más cerca al macabro hombre, más y más cerca, sentía que la calle se hacía cada vez más larga y notaba que el cielo se oscurecía con mayor rapidez. Pronto, Adeline logró llegar a su residencia, tomó una gran roca que había en su jardín frontal y rompió una de sus ventanas. Escaló lo más rápido que pudo, pero el machete cortó levemente su espalda. Al caer sobre la esponjosa alfombra que cubría la sala de estar, se palpó la espalda y descubrió que estaba toda cubierta en sangre, parecía que el corte había sido un poco más profundo. El hombre había desaparecido y ya comenzaba a sentir punzadas de dolor en su supurante herida, el suelo estaba totalmente bañado en su propia sangre, Adeline presionó el interruptor pero las luces no encendieron.

En ese instante, Adeline lo escuchó con total claridad, era su esposo, el amor de su vida, gritaba. Los horribles gritos que emitía provenían de la planta superior, Adeline se dirigió al comienzo de las escaleras y percibió que una sustancia negra viscosa se deslizaba por ellas. Adeline no le prestó mucha atención y comenzó a subir lentamente los escalones, el dolor en su espalda iba en constante aumento, las punzadas le impedían subir con mayor rapidez.

Cuando por fín llegó hasta arriba se encontró con una escena totalmente distinta a su casa habitual, el tapiz de las paredes estaba totalmente rasgado, había manchas de sangre y de la sustancia por todos lados. Su dormitorio estaba cerrado, podía ver que la luz estaba encendida y sin dudas, los gritos de su esposo venían de allí adentro.

Se armó de valor y tomó un bate de beisbol que le pertenecía a su cónyuge, se dirigió al dormitorio, tomo el picaporte y abrió la puerta con brusquedad. Y allí estaba, acostado sobre la cama amarrado por cadenas, su piel había desaparecido, los trozos de carne estaban regados por toda la habitación. Los gemidos eran cada vez más débiles y sus ojos solo evidenciaban un profundo sentimiento de dolor. El autor de tan atroz crimen se hallaba allí observando a Adeline a través de la máscara que protegía su identidad. El individuo solo gesticulo unas palabras acompañadas de una torcida sonrisa: “Has comprado la muerte, has recibido muerte”, antes de que se abalanzara sobre ella.


La policía revisó las cámaras de seguridad de la casa y la calle tras hallar los cuerpos de Adeline y su esposo. Después de salir de la venta de garaje, Adeline condujo su auto con un exceso de velocidad, perdió el control tras pasar sobre un bache y se estrelló en el abedul frente a su casa, el golpe fue demasiado brusco y expulsó violentamente a Adeline de su auto, lo que causó que se estrellara de espaldas contra el árbol, el cual tenía una gran rama que se incrusto directamente en la espalda de Adeline. Sin embargo, ella se levantó y rompió la ventana de su propia casa, tomó un machete que había en su jardín frontal y entró en la residencia, subió, tomó un bate de su esposo y tras encontrarlo viendo televisión en el dormitorio lo golpeó salvajemente hasta dejarlo inconsciente, tras eso, comenzó a rebanar su cuerpo. Su esposo murió desangrado y ella, se suicidio cortándose el cuello con el machete tras la muerte de su esposo. En cuanto al anillo, no se sabe nada.

-Autor: Andrés Jaramillo
*Imagen tomada de: http://xn--quesignificasoarcon-83b.blogspot.com/2013/06/que-significa-sonar-con-sangre.html#.U3JEb4F5OME